La fiel página en blanco, está allí sin abandonarnos, delatando que: nuestra mente no tiene ni idea de que escribir, que no conseguimos conectarnos con las palabras o que tenemos tantas ideas que no sabemos por dónde empezar. Cualquier situación similar nos puede suceder en ocasiones o frecuentemente, evitemos a toda costa la frustración o el desánimo, recordemos que todo es un proceso, y el proceso creativo llega su tiempo, tiene su momento, se conecta no cuando tú quieres, si no cuando surge, ella es libre y así se siente.
Lo que podemos hacer es ayudarla, a acompañarla a que sea nuestra amiga. Así que, si tienes más de cinco minutos frente a una página en blanco y aún no escribes la primera palabra, no te sigas esforzando, relájate, enfócate en realizar otras actividades a tu alrededor: salir a caminar, sacar a pasear al perro, hacer el supermercado, o simplemente recostarte en tu cama, en el suelo, en el sofá.
Ojo: cuando te relajes para pensar ten en cuenta que debes evitar tu celular o cualquier dispositivo, eres tú inmerso en tus pensamientos, enfocándote en lo que quieres plasmar en la página en blanco. Tómate tu tiempo para pensar, analizar, imaginar y observar eso contribuirá a que las palabras o las ideas emerjan de lo más profundo.
Si no tienes demasiado tiempo y quieres que, ya, surjan las palabras o las ideas, puedes empezar a observar a tu alrededor e ir escribiendo todo lo que ves, el escritorio, lo que está pasando a través de la ventana, eso ayudará a que tu cerebro comience a concertarse con las palabras y luego broten ideas.
Otro experimento es que cuando te despiertes por la mañana, lo primero que hagas no sea ver el celular, si no, la página en blanco y empieces a escribir lo que se venga a tu mente, no importa si son cosas sin sentido o no tienen forma, eso de igual forma te conectará con las palabras y más de algo que escribiste que creas que no tiene sentido, nazca la mejor de las ideas.
Si tu problema es tener demasiadas ideas, relájate, tómate tu tiempo para analizar cada una, eso sí, no pienses tanto que se enfríe tu emoción o la analices tanto que al final te parezca una mala idea. Simplemente elige una, sea la que sea, siempre tú elección será la mejor idea, porque, todas las ideas con buenas, si, te esfuerzas a que funcione. No hay ideas malas, solo mal ejecutadas.
Así que cuando veas una página en blanco y te sientas bloqueado, recuerda hay muchas formas de empezar, no te frustres, y toma rienda suelta a tu imaginación, no pienses que una idea es tonta, sería más tonto si no le dieras una oportunidad.
Wendy Rodas
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