En la actualidad, la palabra creatividad se encuentra de moda, sin embargo, ha sido objeto de investigación desde principios del siglo XX. Se piensa que la creatividad es un proceso complejo que únicamente algunos virtuosos la poseen, y hemos escuchado infinitas veces: “yo no tengo creatividad, me cuesta ser creativo, eso de la creatividad no aplica para mi edad (personas mayores)”; he infinidad de excusas que muchas personas se etiquetan para evitar esforzarse. ¿Esforzarse? Sí, esto debido a que el proceso creativo viene acompañado de: perseverancia, rutina, dedicación e inspiración. Y sabemos que cada persona se encuentra en la capacidad de trabajar todas estas cualidades.
Entonces, bajo el concepto de que todos poseemos una persona creativa dentro de nosotros, lo de debemos de hacer es pulir, hasta encontrar el diamante en bruto.
Para la creatividad existen varios conceptos, uno de ellos: es la capacidad de una persona para generar nuevas ideas. Y allí se complica y empezamos a dudar en ocasiones de nuestra capacidad de crear algo inédito, porque, creemos que, ya, todo está creado, y con base a esa premisa desistimos en esforzamos a pensar. Sin embargo, la creatividad también viene de la mano en renovar, mejorar, transformar, simplemente innovar, de las cosas que ya existen, tomándolas como inspiración para crear. Un ejemplo: en nuestra profesión podemos analizar como otros trabajan, observarlos, inspirarnos de lo bueno que hacen y poder mejorarlo.
Según Graham Wallas, hay cuatro etapas del proceso creativo en su libro el arte del pensamiento: preparación, incubación, Iluminación y verificación. Puedes buscar información para ampliar tus conocimientos investigando un poco de cada una.
Cuando estamos enfrente a un problema, hay infinitas formas de resolverlo, no nos limitemos, ni pensemos que una idea es tonta, anotemos las posibles soluciones como una lluvia de ideas, descarguemos todos esos pensamientos. Otro punto importante es crearnos una rutina, aunque huyamos de ellas, es importante ser constantes y colocar una fecha de vencimiento, porque, de lo contrario estaremos pensando y pensando en lo mismo sin avanzar.
Una mente saturada posee demasiado ruido, y las ideas se escapan. Despejemos nuestros pensamientos, lo más que podamos, una mente relajada es una bomba de generación de ideas.
Así que pongamos a nuestro cerebro a trabajar y dejemos volar nuestra creatividad.
Cuéntame ¿cómo trabajas tu proceso creativo?
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